Una farmacia con mucha historia.
Su trayectoria la ha convertido en referencia en salud.
En 1732 se abrieron las primeras boticas de la ciudad en la calle Artekale. Durante el siglo XVIII fueron varias las que abrieron y cerraron en esta calle, hasta que en 1933, en el número 33, comenzó la andadura de la que hoy es la farmacia de Irene.
Especialistas en nutrición y dietética, ortopedia, dermocosmética y atención farmacéutica, ofrecen un trato cercano y personalizado. Con más de 20 años de experiencia, lo más importante para ellas es cuidar de tu salud.
Desde 1910